30 de julio de 2009

Un regalo de la naturaleza

Esta vez, no tiene nada que ver con mis aficiones, pero quería compartirla con vosotras. No tengo macetas en casa, solo un par de ellas en la escalera, aunque hay partidarios de hablar y ponerle música a las plantas, yo apenas les hago caso, las riego de vez en cuando y poco más; así que imaginaros cual fue mi sorpresa al ir a echarles unas gotitas de agua para su supervivencia. La planta lleva más de 10 años en el mismo sitio y de repente y ante mi asombro, veo como algo crece en su interior. Pasados unos días fui a comprobar el estado de lo que parecía iba a ser una flor y observar que hermoso regalo me hizo esta, hasta ahora, insignificante plantita.

No me preguntéis el nombre de la planta, ni sus cuidados, porque ya os he dicho que no los tiene, solamente admirarla, porque a mi entender, merece la pena. 



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