5 de diciembre de 2015

Bolillos

Ayer dí mi primera clase de bolillos, aun no se si me entero o no, estoy a falta de práctica, mucha práctica y sobre todo cogerle el tranquillo al giro de las manos, poco a poco. Os iré enseñando mis avances con las diferentes muestras. Pero esta entrada en realidad es para enseñaros mi mundillo, me lo ha hecho mi marido, y estoy encantada con él
 
Y este es el acerico para mis alfileres. ¿Como lo veis?

28 de octubre de 2015

Neceser

Mis ganas de "laborear" siguen sin cambios, así que como dicen en la tele, tiramos de imágenes de archivo. Es un neceser que hice en una clase de parchwork.


29 de septiembre de 2015

PRESU

Tras un verano bastante ocioso, llega el nuevo curso escolar y volvemos un poco a nuestra rutina. Una rutina que empiezo a necesitar para proseguir "laboreando", cosa que tengo olvidada y no parezco dispuesta a recordar. Tengo muchas labores empezadas, muchos proyectos por realizar, alguna "cosilla" por aprender y muy pocas ganas de comenzar. Esperando que todo esto llegue, os presento a una amiguita que me va a acompañar en estas tareas, la he llamado "Presu" y confío en que me anime a enhebrar la aguja.

2 de julio de 2015

Otro guarda-planchas

Esta vez el guarda-planchas es para las planchas del pelo. Por dentro esta recubierto de tela de aluminio para poderla guardar cuando aún está caliente.

3 de junio de 2015

Guarda-planchas

Os presento uno de mis últimos trabajos en la clase de patchwork. Se trata de una neceser para guardar la plancha,al fin mi plancha abandonará su caja de cartón y pasará a vivir cómodamente es su nueva casita. Estoy muy contenta del resultado, a mis compañeras les ha gustado mucho, incluso la profesora se lo lleva a la exposición en la que los diversos centros presentan algunos de sus trabajos.



26 de mayo de 2015

Bolso labores

Lo vi en Internet, me enamoré, saqué mis propios patrones y tras tiempo empezado, este curso de patchwork lo he terminado.





19 de abril de 2015

Colcha sofá

Hola a todas: Ya sé que hace tiempo que no asomo por el blog, y no es por no tener nada que publicar, he trabajado en grandes proyectos y en pequeños detalles. Mi aguja no ha dejado de trabajar, pero la cámara fotográfica no estaba inspirada. La luz que entraba por mis ventanas era triste y gris, cargada de agua y oscuridad, que hacían que mis labores parecieran apagadas y sin color. Pero como tras la tempestad vienen la calma, y tras interminables días oscuros, los rayos de sol asoman y la iluminación han hecho que desempolve la cámara. En unos días espero actualizar el blog con esas labores terminadas, grandes y pequeñas, y con las que voy rematando estos días. Empezaré por enseñaros, la que hasta ahora ha sido mi labor más grande y de la cual me siento muy orgullosa. Los bloques los terminé en el 2013, a falta de montaje. Y tras varias simulaciones de cómo podía ser montada, me decidí por esta opción.





Y como la he terminado en una epoca del año, en la cual apenas se va a utilizar, y con el fin de no tenerla en el suelo a diario, he optado por camuflarla entre los cojines de sofá. ¿Que os parece el camuflaje? 




5 de enero de 2015

Cuento


David de 10 años llega con carita de pena a su padre y le dice:

- ¿Papá?

- Sí, hijo, dime
- Oye, quiero… que me digas la verdad.
- David, hijo, sabes que intento no mentirte nunca.
- Ya, pero es que no sé como decirte esto…
- No te preocupes hijo, empieza por el principio.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?
La sorpresa del padre y la madre de David fue tal que antes de contestar David les dijo:
- Mis amigos dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta todavía lo dejo más boquiabierto y tragando saliva, dijo:
- A parte de lo que digan tus amigos, ¿tú qué crees?
- Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero por otro lado…
- Mira, hijo, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero…
- ¿Entonces es verdad? -cortó David con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de su hijo.
- Entonces no lo entiendo, papá.
- Siéntate, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla, sólo a cierta edad se puede contar -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado. David se sentó entre sus padres, ansioso de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
— ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
— ¡Oh, sí! — exclamó Gaspar—. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y su voz se escuchó en el portal:
— Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
-¡Oh! necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos.
— No os preocupéis por eso –dijo el Niño–. Yo os voy a dar no uno, sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.
— ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible?—, dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.
-Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños?
— Sí, claro, eso es fundamental—, asintieron los tres Reyes.
— Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?
-Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje— respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
— Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que el Niño Jesús estaba planeando, cuando su voz de nuevo se volvió a oír:
— Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, yo ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.
FELIZ DIA DE REYES


3 de enero de 2015

Lo último del 2014

Aunque estas dos labores, aparecen el el collage del 2014, lo cierto es que no las había puesto en el blog. La primera es una mini- fofucha "Mama Noel", para colgar del árbol.
Y la segunda, una bota navideña, de patchwork para mi sobrina.